Podrán variar los estilos, las modas, los temas, las situaciones y los intereses, así como los intérpretes y los compositores, pero no se puede renegar de la trascendencia cultural de "La canción de Buenos Aires", porque es lo que nos identifica y representa en el mundo y porque, por lo menos hasta hoy, no ha surgido una expresión más original, arraigada y auténtica de nosotros mismos.
Los que hemos nacido, crecido y elegido Boedo como nuestro lugar de residencia, podemos afirmar con orgullo y certeza nuestra pertenencia a la "Capital del Tango", ya que en sus cafés y glorietas se escribieron los versos más representativos del sentir popular. Grandes poetas y compositores (Manzi, Piana, Centeya y otros) inmortalizaron nuestro barrio, desnudando en un susurro quejumbroso y compadrito, la realidad cotidiana.
Boedo y su gente tienen con el tango una identidad común, pues sus historias han evolucionado casi paralelamente, tanto que hoy transitar sus calles nos permite revivir,a la vez, el vértigo de las grandes ciudades comercialmente desarrolladas y la nostalgia de una pena cantada en la "Cortada de San Ignacio", donde "Milonguita" o "María" pudieron haber grabado con "Tinta Roja" del corazón u imaginario romance con algún "Malevo". Tenemos el privilegio de remontar el tiempo frente a una taza de café en ese "Cafetín de Buenos Aires" que aún se levanta en "Boedo y San Juan", como un símbolo de lo que fue, es y será un auténtico "Barrio de Tango".
Boedo, son tus calles y tu historia "Mi ciudad y mi gente" y un "sueño de barrilete" que bien vale la pena soñar.
(Soy de Boedo nº4- Junio 1994)
No hay comentarios:
Publicar un comentario